La actitud.

La conciencia experimental contenida en un corsé formal y programático, da paso a un trigal de propuestas y actitudes más o menos encolerizadas.

La brisa de esta ópera de círculos amaina el enojo de espigas arquitectónicas y las sumerge en un diálogo de fragmentaciones que genera espacios de personalidad múltiple.

Lejos de frustrar horizontes de expansión, estas esposas se convierten en el lazo de unión de fronteras imprecisas de orgánicas pretensiones.

Descompresiones a partir de la forma pura, riqueza espacial de variantes formales que dejan atrás la impasible virginidad cilíndrica.

Estamos ante un ejercicio de sintaxis formal, combinaciones y relaciones que conforman secuencias espaciales de difícil predicción.

El mensaje.

Así, desvanecida por inexistente la paradoja reto-imposición, crece la apasionante cuestión : ¿cual es la mejor de las espigas para este trigal?.

¿La más frágil?, ¿la más esbelta?. ¿la más delicada?, ¿la más sutil?, ¿la más bella?…

No,  la mejor es aquella en la que clavas tu mirada, aquella que desenfoca las demás, aquella que desearías volver a ver tras cerrar los ojos y sentir la inmensidad del trigal.

La partida.

Partimos literalmente del pensamiento de Robert Smithson: “mirad una palabra el tiempo suficiente y veréis en ella una serie de fallas, una serie de partículas cada una conteniendo su propio vacío”, “las palabras y las rocas contienen un lenguaje que sigue una misma sintaxis de cortes y rupturas”.

La perfecta geometría sometida a las tensiones creativas sufre un “crack ideológico” que desemboca en una Sima formal. Es esta Sima, la generadora de las transparencias y los diálogos interior-exterior. Profunda cavidad que permite a la forma sobrevivir y reinterpretarse a sí misma. La escala urbana del entorno superpuesta sobre la escala humana del edificio, como síntesis de la integración espacial.

La verdad.

Fluida realidad funcional como motor generador de circulaciones.

Transparencia, accesibilidad y cercanía al ciudadano como punto de partida y cierre del círculo.

Dualidad. Espacios de carácter exterior al interior y viceversa.

Cumplimiento absoluto de programa y organización según criterios propuestos.

La piel.

Reitero que la piel es la forma. Que la piel esculpe el vacío. Que la piel es la tersura que esconde entre sus pliegues la esencia espacial.

Reitero que la piel es tan etérea como contundente. Que la piel aloja en sí tantas controversias como la mente es capaz de plantear, y lo hace con la naturalidad del que se sabe imprescindible.

Transparencias diurnas de opacidades externas. Opacidades nocturnas de transparencias externas.

La piel es masa o velo, piedra o tela,…, la luz decide.