Edificio Vértice. Razón de ser.

“Quien tiene algo que decir, lo expresa sencillamente en su idioma habitual. Quien nada tiene que decir puede tener la esperanza de engañar al prójimo ocultando, bajo una refinada vestidura de erudición, su vaciedad íntima. Usar una lengua extraña, académica, significa cerrar toda posibilidad de hablar espontáneamente y por tanto, de poetizar. Usar las técnicas proyectuales y constructivas actuales, aumenta la capacidad creativa y favorece a la reflexión arquitectónica continuada”. BRUNO ZEVI.

Sobre la base de un edificio que podemos catalogar como perteneciente a la arquitectura moderna, construido en 1961, se plantea una oportunidad de interesante evolución arquitectónica. Su extraordinaria ubicación, sus proporciones, así como su estado y uso, lo dotan de un excepcional potencial que casi 50 años después genera unas expectativas creativas, tectónicas y funcionales elevadas.

Cuando el diálogo con el entorno más próximo se hace imposible (de hecho inexistente en 50 años de vida del edificio) hay que recurrir a un discurso más amplio, más universal dentro de lo urbano, más en consonancia con los blancos mediterráneos y de mayor abstracción, que permita un entendimiento del edificio en un medio más conceptual que físico.

Este ejercicio traspasa la esfera de la sensibilidad y la intuición para inmiscuirse en debates de metodología arquitectónica. No se trata de un experimentalismo formal trivial, sino de un entrelazado de intenciones conceptuales (de significados y contenidos arquitectónicos), sensoriales (del lugar en sentido amplio) y experimentales (tanto volumétrica como constructivamente).

Nuestra sociedad va evolucionando hacia la aceptación de la arquitectura como parte integrante de la actividad, como parte indispensable del escenario cotidiano. Cada vez más, existe la necesidad de que los espacios en que gestionamos nuestras vidas dejen de ser un componente inerte y pasen a potenciar nuestras expectativas y nuestro carácter evolutivo y creciente.

La imagen corporativa de grupos empresariales no puede dejar de estar unida a propuestas arquitectónicas innovadoras que han logrado no sólo aportar a las ciudades hitos arquitectónicos que han colaborado al desarrollo de estas, sino además a reforzar el carácter social y de esfuerzo empresarial de las entidades a las que representan.

En este caso, la metáfora parte de los lazos de unión, del fluido de la naturaleza, la savia…, una huida de la horizontalidad en busca de diagonales que a modo de raíz invertida canaliza de manera más directa las trayectorias hacia su meta.

 El hecho de tratarse de una rehabilitación ha evitado llegar a la integración espacio-estructura y con ello a la búsqueda de libertades formales derivadas de geometrías estructurales no lineales, sin embargo no ha evitado la posibilidad de plantear la fusión de transiciones espaciales, esto da si cabe más importancia al tratamiento e investigación de la envolvente del edificio como elemento regenerador de espacios.

Existe en la propuesta, una intención de hacer fluir, el concepto de envolvente se potencia desde el interior diafanando las plantas, creando una transfusión de conexiones visuales que transportan al habitante del edificio hacia el exterior superando el concepto de ventana tradicional.
A su vez, la propuesta desarrolla una investigación del efecto de masas y vacíos, de sombras, distancias, reflejos…, la evasión de la horizontal, el efecto hito, la alteración térmica, los puentes visuales, las superposiciones, la variación de volumen diurno y nocturno, el concepto de tensión mantenida…

La intención es crear un edificio innovador y potente que desde la arquitectura refuerce la intensa presencia de un grupo empresarial en el tejido nacional, aportando una dosis de impacto y firmeza al paisaje urbano; Y de seguridad y confianza en aspectos económicos y de gestión. Además de ejercer una función de liderazgo en el uso de la arquitectura para la búsqueda de estos fines.
Y lo más importante, hemos considerado que las metáforas en la arquitectura son parte fundamental de su existencia.

En la oscuridad de la noche, sobre el negro, el color adquiere su resonancia más limpia y el edificio se convierte en urbanidad nocturna.